Volver al principio. Ese es el viaje más largo que haremos.

Rodeado de viajeros, o más bien de turistas. Así paso el día en el aeropuerto donde trabajo. Supongo que eso ha de ayudarme (o no) a desentrañar con mayor precisión las impresiones que causa el viaje a sus protagonistas. Observo claramente la decepción o el deseo de volver de quienes han de partir de nuevo a sus hogares. Es mi intención retratar las motivaciones o atractivos que cada lugar siembra en sus visitantes. No es por tanto el objeto de mi blog guiar, orientar, ni tan siquiera informar acerca de la conveniencia o no de viajar a un lugar u otro. La frustración o el goce forma parte del viaje y yo no seré quién lo revele o anticipe. Yo quisiera limitarme a definir y así por tanto transmitir la experiencia última del viajero que yo mismo soy. Posiblemente esto pueda parecer una agenda de viaje, con sus notas, sus reflexiones, sus pausas, ...y en parte lo es. Pero es obvio que todo eso también lo encontramos íntimamente ligado a nombres, espacios, lugares..., en definitiva rincones de nuestro entorno. Unos identifican, y los otros permanecen. Yo pretendo acercarme a las emociones que subyacen en cada visita, expresiones de una experiencia tan íntima y subjetiva como indeleble. Así esa será la nota que caracterizará mi blog, el rasgo distintivo será al fin y al cabo rescatar una experiencia personal, única e intransferible. Y ha de ser eso mismo lo que distinga mi blog de cualquier otro, la peculiaridad del fotógrafo al hacer click para captar una imagen que pueden ser diversas. Resulta imposible citar el nombre de una rosa e imaginársela tal cual es. Ni definir el cielo sin adjetivos. Debemos mencionar el azul, el oscuro de la lluvia, o el multicolor del arco iris. Pués bien, yo voy a citar a mi antojo los lugares, y todos sus recovecos hasta llegar al fondo de mi propio viaje. Intentaré no citar demasiados nombres. Los nombres solo sirven para delimitar, y yo no quiero trazar fronteras, más bien traspasarlas. Rodeado como dije de gente que comenta sus experiencias del viaje (de manera explícita o implícita), me ha dado en rememorar algunas de mis escapadas. Y es que escapamos de un viaje para realizar otro. Siempre me parece así. Esos viajes abiertamente elegidos, ansiosamente diseñados de un día para otro, son los que debido a su intensidad puedo recordar con la nitidez suficiente para hacerlos visibles a los ojos de mis, espero algunos, "visitantes".
Confio haya sido suficiente preámbulo para fijar y dejar claro mi objetivo, que después de un paso en falso (bien lo sabe Jaime), ya sé perfectamente donde ha de llevarme.
No será hoy el primer viaje a realizar. El destino, entre los rememorados, está aún por decidir, no obstante para encontrar un nivel mediano de equilibrio y no desfallecer en la primera ruta habré de estudiar el trayecto detenidamente, y es así que en la próxima anotación haré recopilación de la información suficiente que acompañará mis impresiones para que no nos perdamos en el camino.
Puedo anticipar que será un viaje dentro de nuestras fronteras, como la mayoría. Algún lugar de los llamados humildes que podrían dejar de serlo simplemente alzando la voz en alguna de las muchas guías al uso.
Posiblemente sea una elección azarosa de entre los sitios que bien conozco. Revisaré los datos oficiales que nunca me aprendí ni consulté. Lugares oficialmente interesantes; itinerarios, vías de acceso, recomendaciones. Lugares de interés por diferentes razones tales como interés artístico, cultural, gastronómico, etc. Y así aderezar el viaje de una información tan exacta como cuasi-inútil. No obstante, subrayo que prevalecerán mis impresiones, aquello que pueda rescatar del fondo de mi memoria, y que espero al fin ha de informar mucho mejor la panorámica del conjunto.
Elegida así la temática y la metodología, simplemente queda esperar al primer capítulo de "bitácora" de nuestro viaje.
Hasta entonces, hágase un alto en el camino.